Un mundo lleno de pequeños detalles...

jueves, 10 de marzo de 2011

Cerrar los ojos.

Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro,
cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando...
cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo
el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la
más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este
pensamiento: «Él no está.» Ya no está. Y entonces, simplemente,
querrías no estar tampoco tú. Desaparecer. Sin demasiados problemas,
sin molestar.




                       




  ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario