Cada día corro a verte, las mentiras se hacen dueñas de mi vida. Nadie existe más que tú. Las otras personas, ahora forman parte del pasado.
Eres la persona perfecta, sé que jamás te irás de mi lado, seguirás regalándome las mejores risas, las mejores caricias. Seguirás prometiéndome la Luna; siempre será nuestro lugar. No olvidaré nuestro sitio, me siento siempre allí contigo, lo siento tan cerca. Reviviendo aquel momento. Era nuestro principio, al que juramos no poner jamás un final.
Ahora estoy aquí sentada, mirando la Luna, nuestra Luna, con esas caricias pegadas en mi cuerpo. Con esas risas metidas en mi cabeza. Con el roce de tus labios...
Sigo en nuestro sitio, mirando hacia delante, lo sigo recordando, pero no de la misma manera. Ahora no estás tú, ahora no hay nadie. Te has ido. ¿Cómo pude llegar a ser tan imbécil? Dejando todo por ti. Ahora no queda nada...
Sólo una Luna compartida y yo.